Buscar!!

lunes, 21 de septiembre de 2015

DOUBLE DRAGON V The Shadow Falls: Mierdas Míticas



Seamos sinceros. Este juego de la saga Double Dragon no deja indiferente a nadie por sus peculiares características. No sé si traducir el subtítulo “The Shadow Falls” como “la sombra cae” o como “las cataratas de la sombra” porque el juego hace aguas por todos lados. El que no quiera ver eso es que es ciego. 

También hemos de dejar claro que es un juego “hijo de su tiempo” ya que se lanzó en pleno Versuxploitation. En el año 1994 los juegos de lucha eran los que mandaban tanto en los recreativos como en los hogares por la fiebre exacerbada desatada por Mortal Kombat y, en mayor medida, Street Fighter II.
Cientos de títulos nos llegaban de tan popular género y no fue este DDV el único ejemplo de Brawlers o Beat´em ups que se pasaban a la moda del fighting. Otros ejemplos pudieran ser Armored Warriors y Cyberbots (Capcom, 1994-1995), Golden Axe y Golden Axe The Duel (Sega, 1989-1994), así como los de super héroes que pasaron del yo contra el barrio a juegos como Justice League Task Force (Acclaim, 1995) o la saga Marvel de Capcom, sólo por citar algunos. Fue un auténtico BOOM el que vivió el género en su momento y había 1vs1 de todo tipo y calado… y calidades.
Puestos un poco en situación vayamos a por DDV. Esta quinta parte de la saga no sigue su hilo argumental por la sencilla razón de no estar basado en la franquicia de Technos si no en unos infames dibujos animados así que, junto a Street Fighter The Movie, tenemos otro caso de videojuego de la película del videojuego…
Esta serie es un engendro parido a medias entre la DiC Entertainment y la BKN (Bohbot Kids Network), gente de vida disoluta que era capaz de cosas como Street Sharks, Los Diminutos, Hulk Hogan Rock´n Wrestling, Dinosaucers o COPS por nombrar una pequeñísima parte de su extensa producción. En la serie los hermanos Lee son separados al nacer y cada uno se cría en un lado de la ley para al final conocerse como enemigos. 
Como no podía ser de otra manera el Señor de las Sombras traiciona a su Lee y estos acaban uniendo fuerzas. Espadas mágicas, máscaras de dragqueen y secundarios impagables e indescriptibles ponen el resto junto a un guión muy americano… Con todo lo que ello conlleva.
En lo que respecta al juego tampoco encontramos nada original: típico gameplay de fighting game con seis botones de acción (puños y patadas flojos, medios y fuertes) y una especie de autofatality que se ejecutaba derrotando al oponente con un ataque básico concreto (siempre y cuando no estuviera en nivel EASY).
En cuanto a los modos encontramos Tournament Mode (el clásico arcade con ending para cada jugador), VS Battle, Quest (modo historia con toques de estrategia), Watch (combates de la CPU para ver… si alguien está tan loco) y Dossier (para ver las fichas de cada personaje, saber su historia, estatus…).
En cuanto a personajes encontramos a los hermanos Lee y a ocho Shadow Warriors aunque también desbloquearemos a los dos jefes finales (Dominique y Shadow Master). Los personajes Bones, Sekka, Dominique y Blade son originales para el juego (este último con un diseño basado en los masillas de la serie) mientras que de la serie tenemos a Billy y Jimmy Lee, Jawbreaker (¿Abobo?), Icepick, Sickle, Trigger Happy, Countdown y el jefe, Shadow Master. Todos con un diseño muy cartoon americano y con menos frames de animación que Stephen Hawking.
Los escenarios tenían detalles brillantes con una cuidada sensación de profundidad y un adecuado uso del color pero sin objetos destruibles o accesos a otras zonas del escenario. Algo parecido ocurre con los FX sonoros o su OST: está ahí, cumple, pero es totalmente neutra y no dice nada. Ni siquiera la voz del speaker nos transmite nada siendo totalmente Poochie. Seguro que su intérprete es del mismo planeta que el perro molón de Los Simpsons que no molaba nada...
Hubo versiones para SNES, Sega Megadrive y Atari Jaguar. Las de 16 bits fueron perpetradas por Leland Interactive, gente fetén que quizá os suene por cosas como Super Off Road The Baja o Brute Force aunque también publicaron cosas bajo el nombre de Cinematronics Inc. (Space Ace, Dragon´s Lair…). La versión para la Bestia Parda de Atari (jajajajajajajarggg) fue una abominación elucubrada por Telegames, terroristas talibanes que nos deleitaron con su saber hacer en consolas de lo más variado (Atari 2600, Game Boy Color, PS3…). 

En cualquiera de los casos cosecharon notas horripilantes y de lo más locas (con mayoría de suspensos) dejando  claro que lo que podría haber sido una buena idea quedó en un esperpento que nos regaló cientos y cientos de pesadillas.

¿Pero qué voy a decir yo, Pecador Impío, de tamaña Mierda Mítica? Este juego es de esos que son tan bizarros y extraños que tienen algo. Es como cuando uno encuentra una caca de perro y mete un palo, o un cadáver en la carretera y lo echa al maletero. No sé. Como cuando no puedes dejar de mirar a tu suegra mientras come o a tu cuñado mientras te vende la moto. Sabes que no es algo sano para la salud pero, hey, si tienes un gato, es tuyo, y te lo follas cuando quieres.


5 comentarios:

  1. Dios mio! El horror, el horror! Que porquería! Con su permiso, lo meto en el saco de los candidatos a salir en nuestra sección retro-putruños.

    Me encanta la cara de cordero degollado que ponen los que han perdido.

    ¿Un cadáver en la carretera y lo echa al maletero? O_o




    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es uno de esos placeres culpables, supongo que todo el mundo tiene uno... o varios... Lo del cadaver... simplemente cada uno tiene sus filias XDDD

      Eliminar
  2. No lo considero entre lo peor de los juegos de lucha porque se maneja más o menos bien, pero el juego es malo con ganas, con personajes sin apenas carisma y un juego bastante aburrido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí es una Mierda Infecta, pero no sé qué tiene que me gusta... seré masoca y me gustará el cuero... quién sabe...

      Eliminar
  3. Siempre es un placer leerte maestro.
    En serio, me quito el sombrero con tu conclusión.
    Tienes unas maneras que me apasionan, hasta ser creador de un estilo único en el que fracasarían, siempre, tus imitadores.
    Pero me desvío del tema.
    De la serie ni pajolera idea - he visto lo justo para documentarme y aún gracias -, pero el juego sí lo sufrí bastante en su época.
    Y qué coño, por ser algo tan chungo también me llama poderosamente la atención.
    Un digno hijo de su época, sin duda.

    ResponderEliminar