Me niego a empezar mi análisis
con la tan manida frase de “este es un juego pensado para fans” y todas esas
mierdas. A ver, no digo que sea mentira, pero si alguien necesita que se lo
dejen claro en un análisis es para que se lo haga mirar. Estamos hablando de un
juego basado en una serie creada en 1986 por el maestro mangaka Masami Kurumada
con todo lo que ello conlleva: guión que nos sabremos de memoria, falta de
sorpresas, etc. Pero no me toquéis la patata que otras series como Dragon Ball
o Naruto lo llevan haciendo mucho tiempo… Sí, soy un amante de Saint Seiya. Y
sí, este análisis no va a ser objetivo. Para eso tenéis a la Meri.
En cualquier caso, Los
caballeros del Zodiaco no han contado con tantas adaptaciones en cuanto a
videojuegos se refiere como me gustaría. Así a bote pronto recuerdo los dos de
NES lanzados en los 80, el de GameBoy clásica en 1993, el de Wonder Swan
(2003), uno en PC (sí, hablamos de PC),
los dos de PS2 y el analizado hoy. Como veréis no tiene nada que ver con la
hemorragia de otras licencias. Diarrea en algunos casos. No tengo en cuenta los
crossovers rarunos de la editorial Shonen Jump. Si alguien sabe de alguno más,
bienvenido sea.
Pero bueno, vamos a lo que
vamos que es lo que nos ocupa hoy: la versión de PS3. Todos los que me conocen
saben de mi amor hacia este juego desde que lo probé en el Gamefest de este año
e hizo que una lagrimilla recorriera mi delicada y juvenil mejilla. Vale, no,
fue más una erección brutal, para qué engañarnos. Lástima que luego probara otro
juego basado en otra licencia anime que estaba al lado y esa erección se turnó
en gatillazo. Pero esa es otra historia.
Es curioso que lo primero que me llame la atención sea que Dimps haya cambiado el estilo de juego usado en los dos anteriores lanzados para PS2. Si en la primera consola de 128 bits de Sony estamos hablando de 1vs1 con un sistema de juego algo distinto a lo que venía siendo normal, en la bestia parda de esta generación nos encontramos con yo contra el barrio con enfrentamientos especiales y condicionados contra jefes y esbirros. Vamos a ver, me explico.
Aquí lo que encontraremos a
grandes rasgos será un mosou basado en Saint Seiya y la saga de las doce casas,
es decir, el punto álgido de la primera serie. Nos desplazaremos por escenarios
totalmente lineales enfrentándonos a decenas de enemigos sin llegar a la locura
o masificación de la serie de Koei. Tampoco veremos la estrategia intrínseca a
la saga Dinasty Warriors pero creo que no lo necesita, puesto que los
enfrentamientos son un mero trámite para llegar a lo que de verdad es el punto
fuerte del juego: los enfrentamientos con los caballeros de oro o algún que
otro esbirro que los amantes de la serie reconocerán…
Lógicamente aquí los puristas y
frikis del lugar (entre los que me encuentro) dirán que si sigue la línea
argumental de la serie qué hostias pintan aquí los enfrentamientos contra un
atajo de gañanes y aspirantes fracasados a caballero de Atenea. Pues
francamente, no lo sé. Pero repito que son poco menos que un pasatiempo de camino
a lo que nos interesa. Eso sí, yo como buen amante de los mosou me lo he pasado
teta haciendo combos (limitados, eso sí) y técnicas especiales (tres por santo)
a unos enemigos algo kamikazes y
aborregados. No os imagináis el gusto que da verse rodeado y esparcir meteoros
de pegaso a cascoporro. Puro amor.
Vale que la historia nos la
sabemos al dedillo y puede que sea eso lo que haga que no nos emocionemos al
ver las numerosas escenas animadas. Vale que los diálogos no están en
castellano y la serie original contaba con un gran doblaje a nuestro idioma.
Pero os aseguro que cualquier fan de Saint Seiya vibrará cual mojigata del Opus
al oir un látigo y parte del merito lo tiene un doblaje al japonés brutal con
el staff original. Bueno, con casi todo el staff original porque algunos de
ellos desgraciadamente ya murieron (Saga/Patriarca, Mu, Casius…)
Lloraremos también cual fan de Justin Bieber al comprobar que la sencillez del
sistema de juego made in mosou cambia por completo en los enfrentamientos
principales. Estos se me antojan muy old school porque requieren de paciencia,
timing y habilidad. Sí, sí, he dicho Old School. ¿Recordáis aquellos final
bosses que requerían de tranquilidad y estudio para adivinar rutinas? ¿y de
aquellos otros que iban cambiando sus métodos de ataque en varias fases antes
de ser derrotados? Pues aquí pasa eso. Algunos enemigos sufrirán cambios en sus
comportamientos al ir avanzando la batalla al igual que ocurría en el manga.
Antes de comenzar nuestra batalla, deberemos elegir la
dificultad de la partida. La curva de aprendizaje está genialmente calculada,
resultando sencillo al principio y suponiendo cada vez un reto mayor. Gran
parte de este mérito lo tiene el genial tutorial que tendremos que superar al
principio del juego. El tutorial en sí no es que sea algo fuera de serie pese a
ser terriblemente útil para aprender in game el pintoresco sistema de control.
Me atrevo a llamarlo genial porque está ambientado en la primera parada de
nuestro periplo: Mu de Jamir, caballero de Oro de Aries, se atreverá a mejorar
nuestras armaduras para el asedio al Santuario, brindándonos la oportunidad de
matar el tiempo perfilando nuestras habilidades con el stick. Pocos juegos te
calzan un tutorial en el argumento de manera más solvente que Batalla por el
Santuario…
También es de agradecer el detalle de que conforme vayamos
avanzando nuestros santos irán subiendo de nivel y mejorando características y
habilidades. Si bien este aspecto cumple, se me antoja algo limitado y creo que
algo más de profundidad habría quedado fetén.
Al menos contamos con el algo
más complejo modo Misión.
Deberemos sortear distintas fases bajo distintas
condiciones y circunstancias permitiendo participar a otro jugador, seleccionar
personaje de entre un plantel de 19 (los héroes, los Caballeros de Oro y alguna
sorpresa) e incluso comparar rankings gracias a la conexión a internet.
Desgraciadamente el modo para dos jugadores es sólo offline perdiendo así
puntos en otro aspecto que considero bastante importante.
El modo Galería incluirá
lógicamente lo que su nombre indica: animaciones, galerías de fotos,
ilustraciones, las figuras de acción, BSO y las armaduras... Dependerá de tu grado de frikismo el valor de
este modo, pero personalmente me ha parecido una fuente inagotable de onanismo.
Gráficamente hablando el juego creo que cumple con creces.
Fiel al anime y al espíritu shonen, nos presenta unas fieles recreaciones de
los personajes principales y sus armaduras que contrastan con el diseño
simplista, genérico y clon de los enemigos de las fases rollito Sengoku Basara.
Conforme avanzamos en el juego encontraremos más tipos de enemigos pero estos
serán iguales entre ellos. Y con iguales me refiero a idénticos. Las fases
también abusan del copy & paste en
cuanto a los diseños en los stages sin casi detalles que las hagan realmente
distintas entre sí. Al menos podremos destruir partes del escenario, lo que
siempre es de agradecer. Las casas de los Caballeros de Oro son muy similares
pero al menos ahí sí encontraremos pequeños detalles que las harán distintas
entre sí.
En el apartado sonoro también
tenemos contrastes. Al genial doblaje en japonés y a las versiones de los temas
principales de la serie (con alguna sorpresa) debemos añadir unos FX poco más
que correctos y unas músicas genéricas demasiado… eso, genéricas. Pero en
general es un apartado correcto que no creo que reste puntos al entero. Y
repito por tercera vez que el doblaje en japo es genial.
En algunas ocasiones estos personajes especiales pueden estar representados por
Caballeros de Plata, Santos Negros o algún otro
secundario especial. Ojito con estos enfrentamientos porque podréis ver cosas
tan raras como caballeros de plata reciclados en Santos Negros… Un momento
totalmente WTF que espero todos sepáis perdonar. Carece totalmente de sentido y
es inexplicable si tenemos en cuenta la cantidad de personajes que podrían
haber usado antes de semejante disparate. Pero bueno, cosas peores hemos visto
en otras adaptaciones, así que no vayáis de monjas y os rasguéis las vestiduras.
Es cierto
que quizá el juego habría dado mucho más de sí. Es cierto que existen sagas que
aun no han sido explotadas, como la de Asghard o la de Neptuno. Es cierto que
quizá un 1vs1 habría dado mucho más de sí siendo incluso más fiel al espíritu
de la serie. Es cierto que el juego tiene detalles muy mejorables… Que sí, que
sí. Lo que queráis. Pero a mí el juego me ha encantado, divertido y emocionado.
Si os gusta Saint Seiya y os gustan los mosou o los sengoku basara os gustará
Batalla por el Santuario. Porque estamos hablando de un juego hecho para fans
como dios manda y es a ellos a los que va dirigido… Mierda ya lo he dicho.
Lo Mejor
- El modelado 3D de todos los personajes.
- Doblaje original en japonés.
- El modo Misión a 2 Jugadores.
Lo peor
- La ausencia del Modo lucha 1 Vs. 1.
- No podemos manejar la cámara.
- Que no haya modo online para 2 Jugadores.
Artículo publicado en Pulpofrito.com
Genial análisis. A este juego le tengo el ojo echado desde hace tiempo, disfrute de los de Ps2 en su momento, que no me disgustaron mucho y se dejaban jugar y se que este me va a gustar también.
ResponderEliminarLos de PS2 pese a estar muy mal valorados son de los juego que más he disfrutado... Este juego pues igual, supongo que si te gutaron los de ps2 este te pondrá palote cosa mala...
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