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martes, 25 de septiembre de 2012

Esas Mierdas Míticas: Pit-Figther



Juegos de lucha. Tan sólo diciéndolo comienzo a salivar. Esto es así, no lo puedo evitar. Soy un amante de los 1vs1 desde que recuerdo. Es lo que tiene haber jugado en los recreativos a Yie Ar Kung Fu (Konami, 1985), Karate Champ (Technos, 1984) o International Karate (System 3, 1985) entre otros. Eso de repartir tortas virtuales siempre me ha gustado. ¿Qué le voy a hacer? Se ve que en el fondo soy un macarra. Y de eso va precisamente el retro de hoy: Hostias y Macarras (virtuales ambos, of course).
No hace mucho se repartieron los prestigiosos premios Pupita Jarl en el blog de un buen amigo. Son unos galardones sin más pretensiones que pasar un buen rato votando los juegos más penosos que recordemos. Uno de mis candidatos fue sin duda Pit-Fighter y parece que hizo mucha gracia ya que para mi sorpresa no eran pocos los que guardaban buen recuerdo de él.
¿No os recuerda al videoclip de Los Morancos? "Fiesta, fiesta, pluma, pluma…"
En 1990 Atari Games se mudó al competitivo mundo de los juegos de lucha. Se decidieron a usar gráficos digitalizados con actores capturados mediante el uso de pantalla azul en lugar de usar, por ejemplo, la clásica rotoscopia (a partir de animaciones fotografiadas se dibujaban los sprites). Mortal Kombat (1992), NBA Jam (1993), Virtuoso o Way of the Warrior (1994) entre otros usaron el mismo sistema de gráficos con mejores resultados como todos podemos comprobar.

Pit-Fighter nos presenta un argumento sencillo: una competición clandestina se lleva a cabo en sótanos y almacenes muy al estilo de lo que se nos presenta en películas como El Club de la Lucha (David Fincher, 1999) aunque siempre con el dinero como leitmotiv. Cargado de tópicos y clichés el juego nos presenta a Buzz, Ty y Kato. Un wrestler, un luchador de kickboxing y un cinturón negro de tres al cuarto respectivamente se nos antojan escasos ya desde el principio. Las diferencias entre ellos de técnica, velocidad o fuerza tampoco es que estén muy bien implementadas, pero bueno, se puede decir que lo intentaron

La solución a ésto me parece sencilla: disponemos de ocho enemigos variados y más o menos igual de casposos que los protagonistas. Es decir que con la opción de poder elegirlos o desbloquearlos estaríamos hablando de 11 personajes para poder repartir estopa, un número más que decente en 1990. Pero nada, no existe esa opción. Y no me vale la excusa de que el jugar con esta pandilla de degenerados habría estropeado un arco argumental que hablaba sobre la decadencia y la necesidad del ser humano en una sociedad fragmentada y que alaba la violencia… No cuela.

Entre esta selección de yonkis y adictos al popper podemos encontrar verdugos, rameras, leñadores, exhibicionistas, gañanes tipical american o gayers adictos al sadomaso. Así, como suena. Quizá la única cosa digna de mención en este aspecto es que Heavy Metal, uno de los personajes, está interpretado por Kim Rhodes. Sí, hombre, sí. La madre de Zack y Cody en la serie de Disney Channel. Ya veis que su carrera no ha ido mejorando mucho…



Resumiendo que ya huele. Tras elegir a uno de esos carismáticos luchadores entramos en materia y durante el trascurso de unas peleas machacabotones podemos disfrutar de un control sencillo hasta el extremo en el que combinaremos saltos, puñetazos, patadas y alguna llave especial pulsando todo a la vez. Encima durante el transcurso de nuestro particular descenso a los infiernos deberemos luchar contra sombras o clones de nuestros luchadores (originalidad al poder) y enfrentarnos a unas fases de bonus de lo más cutre.

Al menos y aprovechando el ambiente ilegal que respiramos en el juego podremos coger y usar armas que nos lanzará el público. Palos, cuchillos, botellas e incluso pirulas. Sí, pastillas en plan power up que nos pondrán como motos. El público podrá tomar parte ya no sólo empujándonos o sujetándonos al acercarnos, si no que incluso saltarán al ruedo espontáneos que se animarán a apuñalarnos. Como podéis comprobar el juego tiene un tufo gayer y cani de after hours que tira de espalda aunque como os dije al principio, supongo que eso será parte de su encanto para algunos…


café y cigarro aseguran el cagarro...
Inexplicáblemente un juego tan limitado sufrió ports para todos los sistemas existentes en la época. Supongo que por su innegable atractivo criminal y subversivo o yo qué sé. No me lo explico. Tuvimos el ataque de los garrulos lisérgicos en Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, Commodore 64, Mega Drive, Master System, ZX Spectrum, SNES, PC, Atari Lynx, Game Boy e incluso en formato de hand held LCD por cortesía de la siempre bizarra Tiger.

También podéis daros un baño de aceite en Midway Arcade Treasures 2 (GameCube, PS2 y Xbox) o en Midway Arcade Treasures Deluxe Edition (PC) de 2004 y 2006 respectivamente. Sorprendentemente se preparó un port para Atari 7800 (ainsss…) que daba realmente pena. Bueno, más pena que el original. La publicación americana EGM llegó a hablar sobre una segunda parte que estaba en un avanzado estado de producción y que saldría a lo largo de 1993 para nuestra pobre Mega Drive. Se habló de seis luchadores seleccionables tirando la casa por la ventana. Gracias a una Atari decidida a economizar recursos en las imágenes se apreciaba un exceso de reciclaje de la primera entrega demasiado sospechoso. Para bien de nuestra salud mental nunca vio la luz. Ufff, que bien me siento. Voy a repetirlo: nunca vio la luz… 

Mucha gente tomó Guardians of the ´Hood (Atari, 1992) como el successor espiritual de Pit-Fighter. No es de extrañar ya que es igual de penoso y triste. Más luchadores sacados de series de los 80 y topicazos everywhere como para sufrir una muchadosis. Gracias a dios dejábamos el género 1vs1 para abrazar el beat´em up, es decir, un yo contra el barrio a lo Double Dragon. Al menos no tuvimos que sufrirlo en versiones domésticas.
Mirando pa Cuenca


Supongo que Pit-Fighter tiene algunas cualidades aunque yo no se las veo. Quizá el modo para tres jugadores simultáneos del original o tener que luchar entre nosotros si nos pasamos el juego en modo cooperativo porque sólo puede quedar uno sean destellos de… de… algo que no existe

Pit-Fighter apesta y es algo que no se puede negar.
Si queréis lucha callejera de la buena podéis ascender a los cielos con cientos de títulos legendarios. Pero con esta aberración de Atari sólo ganaréis en úlceras. Os pido perdón por haberos hecho pasar un rato tan malo. Ya os avisé en la RetroGamikia de Demon´s Crest que me apetecía destripar un clásico. Pero éste no cuenta como clásico…

Artículo publicado en Gamikia el 20 de diciembre de 2011 (Enlace)

4 comentarios:

  1. Pedazo de retrospectiva... me encanta xDDDD

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    1. Zanx, viniendo de vos es todo un honor XDDD Has visto la que publiqué hoy en Pulpofrito?? Voy a hacer la entrada para dejar constancia. Además estoy preparando otra del estilo ^^U

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  2. Yo sólo digo que cuando vi las digitalizaciones en Megadrive, allá por principios de los 90, ya flipé, fuera malo o no. xDDD

    En LYNX la cosa ya es algo más chusquera, por esa resolución tan palera.

    Un serio candidato a los Puputa Jarl. xD

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    1. Es que era demasiado para Lynx. Y gráficamente el juego estaba en todo lo suyo, a la moda y creando incluso escuela... pero era una mieeeeeeeeeeeeeeeeeerda infumable...

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