Naves, helicopteros, submarinos, tanques, soldados, vaqueros, aviones… Si hablamos de shoot´em ups
casi cualquier cosa ya nos ha servido de vehículo para acabar con
incontables oleadas de enemigos mientras nos desplazamos lateral o
verticalmente. Estos mata-mata han formado parte de la
industria desde el principio y casualmente son de lo más divertido. Por
eso volvemos a ellos y lo hacemos a lomos de, agárrense señores, un dragón.
Pero no un dragón cualquiera. Namco nos proponía en Dragon Spirit
(1987) encarnar a un fantástico reptil capaz de acabar el sólo con un
ejército y con mucha mala leche, aunque es lógico si tenemos en cuenta
el argumento.
Tras cientos de años en cautiverio el demonio Zawell logra escapar y durante su huida secuestra a la princesa del fantástico país de Mitgult. Para tan importante rescate seleccionan a Amul,
un héroe del ejército de este exótico reino. Pero no estará sólo en su
periplo: los Dioses están de su parte y le dan la capacidad de transformarse en un poderoso dragón.
Para poder atravesar sus nueve niveles de
destrucción y caos, Amul podrá adquirir y potenciar poderes como mandan
los cánones del género. El más espectacular es uno que hará crecer varias cabezas más a nuestro reptil azul llegando a tener tres prominentes apéndices, aumentando como es lógico la potencia de fuego.
El mayor problema residía en esquivar los
proyectiles enemigos, sobre todo por el tamaño de nuestro protagonista.
Si a su gran volumen le añadimos dos cabezas más el espacio de maniobra y
esquive se reduce haciendo más importante el arte de esquivar que el de
disparar. Hemos de tener en cuenta que con tan sólo tres impactos (dos en algunas versiones) nuestro dragón acabará besando el suelo y la bella princesa será aperitivo para demonios.
La selección de enemigos finales es antológica. No
todos son igual de espectaculares, por supuesto, pero casan
perfectamente con la ambientación medieval y fantástica del juego. Como
hemos dicho antes son nueve niveles con nueve final bosses que aun a día de hoy resultan atractivos. Dragones de mar, pájaros de fuego, esqueletos animados, plantas monstruosas, hidras, portales o golems saldrán a nuestro paso antes del enfrentamiento final con Zawell.
Los gráficos mostrados por la placa en la que corría (Namco System 1)
eran solventes y definidos, con un uso del color realmente interesante
para unos diseños totalmente distintos a todo lo visto hasta entonces en
un shoot´em up. Musicalmente hablando,
todo seguía ese aire épico de fantasía, brujería y espada con unas
melodías aun a día de hoy realmente agradables aunque sin destacar con
otros coetáneos suyos como After Burner (Sega), Double Dragon (Technos) o Black Tiger (Capcom).
En 1987 puede que Dragon Spirit quedara algo enterrado bajo la maraña de títulos geniales que se lanzaron. A los anteriormente citados podría añadir Contra, Operation Wolf o Arkanoid.
Pero aun así gozó de popularidad y algo de éxito, sufriendo como era
habitual del síndrome del port. El juego de Namco tuvo versiones para Amstrad CPC, Amiga, Commodore 64, MS-DOS, Atari ST, Sharp X68000, TurboGrafx-16 y nuestro siempre amado Spectrum.
Curiosamente para NES apareció una pseudo-secuela-adaptación-quéséyo titulada Dragon Spirit: The New Legend
bastante resultona, que se tomaba algunas licencias. Esto era práctica
habitual en aquellos locos años como demostraron otras adaptaciones de coin-ops de éxito como Strider, Bionic Commando o Rygar, en los cuales se cambiaba la mecánica del arcade y se añadían toques de aventura. Aunque realmente su secuela fue Dragon Saber (1990) que además incluía la siempre agradecida opción de dos jugadores simultaneos.
Todas y cada una de estas versiones podrían resultar divertidas,
aunque nunca alcanzarían la acción y diversión del original siendo la
mejor la de TurboGrafx-16 y la peor quizá para Amstrad CPC. Algo más tarde, en 2007, la versión para TurboGrafx-16 acabaría dando con sus huesos en la Virtua Console de Wii, al igual que el arcade en 2008, pero sólo en Japón.
También hemos de recordar el extraño experimento llamado Namco Super Wars en el cual aparecía Amul como personaje jugable. Este juego era una adaptación de la serie Super Robot Wars pero cambiando los impresionantes mechas
gigantes por personajes de distintos títulos clásicos de Namco. Por
supuesto nuestro protagonista aparece como humano aunque con la
posibilidad de transformarse en el dragon azul.
Los dragones siempre han sido caldo de cultivo para el éxito en esto de los videojuegos. Fascinación y
poder emanan de sus escamas de una forma tan hipnótica como las esquirlas de fuego que respiran. Otros títulos como Syvalion (Taito, 1988), Saint Dragoon (Jaleco, 1989) o Alisia Dragoon (GameArts, 1992) también eligieron como protagonistas a tan magníficos seres legendarios e incluso el más reciente Skyrim ha demostrado que nuestra fascinación por los dragones no es algo casual, utilizándolos como uno de sus reclamos publicitarios.
poder emanan de sus escamas de una forma tan hipnótica como las esquirlas de fuego que respiran. Otros títulos como Syvalion (Taito, 1988), Saint Dragoon (Jaleco, 1989) o Alisia Dragoon (GameArts, 1992) también eligieron como protagonistas a tan magníficos seres legendarios e incluso el más reciente Skyrim ha demostrado que nuestra fascinación por los dragones no es algo casual, utilizándolos como uno de sus reclamos publicitarios.
Una vez más un gran arcade que permanece en la memoria de unos pocos. No fueron pocas las monedas que gasté en mi primer viaje a EE.UU. en El Mercado
de Orlando en unos salones recreativos de los que por aquí no había. Me
cautivó y aun a día de hoy es recordado por no pocos jugadores. Ojalá
los dragones algún día vuelvan a tomar el cielo una vez más.
Entrada publicada en Gamikia el 10 de enero de 2012
Da gusto leer un texto tan ameno y bien documentado, mi más sincera enhorabuena compañero.
ResponderEliminarAhora bien, he de confesar que a este juego no le profeso demasiada simpatía, no voy a negar que mi habilidad deja bastante que desear, pero para más inri el dragón protagonista se antoja un blanco fácil para las oleadas de enemigos y acertar a la hora de disparar a los monstruos que se sitúan debajo se presta a no pocas complicaciones.
Aprovecho para recomendar el Dragon Blaze, un matamarcianos de la otrora prestigiosa Psikyo en el que los dragones también juegan un papel importante, como augura el título, aunque no me extrañaría en absoluto que ya lo conozcas.
Dragon Blaze el de Psikyo?? si es ese sí lo conozco ^^U
EliminarMe encanta este shoot'em up y su ambiente así como de fantasía, para mí un magnífico juego. Destacar también la versión para TurboGrafx, que me parece muy buena.
ResponderEliminarLa versión de Tgrafx es genial... Un gran shooter ^o^
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