A todo buen amante de los arcades clásicos el nombre de Irem les evocará space operas o señores japoneses con martillos. No todo en el catálogo de Irem son R-Type, Hammerin´ Harry, Ninja Spirits o Vigilante. La historia de Irem va mucho más allá y además no es moco de pavo. Señoras y señores, hoy con ustedes Legend of Hero Tonma.
Lanzado en en fabuloso año 1989, una vez más
hablamos de una recreativa que podría haberos pasada inadvertida entre
la marabunta de grandes títulos merced al apogeo de la cultura de salones arcade que se vivió por aquella época.
Lógicamente se trata de un título sencillo y directo en su planteamiento, pero que una vez más requiere de entrega, memoria y habilidad. Con un sencillo argumento cargado de tópicos nos enrolamos en la misión de Tommy
(o Tonma), un aprendiz del mago Merlin que en realidad es un príncipe y
que se dispone a rescatar a una princesa. Con tanta originalidad
ochentera mi mente se desborda, debo reconocer que ya he perdido la
cuenta de cuantas princesas hay por rescatar…
Obviando pajas argumentales, lo cierto es que nos encontramos ante un título que es recordado por todos aquellos que lo han jugado. Corriendo en la placa Irem M72 nos encontramos con un cruce entre Ghost and Goblins y Ninja Spirit. Así a palo seco puede sonar bizarro y extraño, pero una vez nos ponemos al turrón vemos la grandeza de este sencillo shooter.
Durante siete niveles llenos de enemigos
estéticamente muy japoneses deberemos avanzar lanzando hechizos,
esquivando demonios, saltando y enfrentándonos a final boss de unas rutinas clásicas, pero no por ello aburridas. Afortunadamente, Tonma contará con unos útiles power ups que potenciarán nuestro disparo hasta convertirnos en unas máquinas de exorcizar bien engrasadas. Bombas, disparos en zigzag, teledirigidos, barreras… Todo es poco cuando nos enfrentamos a un ejército entero de abominaciones.
Todo esto quizá os recuerde como decíamos a Ghost and Goblins (Capcom,
1985), por lo de recorrer cementerios, avanzar lateralmente, disparar,
el mapa al principio de las fases… Pero hay que reconocer que Tonma
se diferenciaba en algunas cosas. Por ejemplo podíamos aturdir a
algunos enemigos saltando encima, planear con nuestra metrosexual capa o
avanzar por niveles verticales.
Eso sí, al morir no conservamos nuestras armas como Sir Arthur,
haciendo el comienzo de cada vida algo problemático al disponer tan sólo
del disparo simple. Además al morir volveremos al último check point
del nivel o al principio de él si no lo tiene. Esto puede parecer malo,
pero hay que tener en cuenta que necesitamos volver a recoger nuestros power ups
y si nos dejara en el mismo sitio donde morimos, encarar ciertos lances
del juego sin los potenciadores sería poco menos que imposible.
Al menos la dificultad también es menos exigente que en los dos citados títulos, GNG y Ninja Spirit
(Irem, 1988), ya que cuenta con una curva de dificultad más ajustada
aunque los enemigos sean infinitos, es decir, que si retrocedes ahí vuelven a estar (sí, los 80 otra vez). De hecho los final boss no supondrán un reto desmoralizante, tan sólo exigirán que nos aprendamos sus rutinas con mínimo de habilidad.
También al igual que Sir Arthur, Tonma morirá con un solo impacto
al menos que contemos con un ítem de protección, lo que hará que nos
pensemos bien el atacar a lo loco pese a la imperiosa presencia del
tiempo, que aunque generoso es un factor a tener en cuenta. Más aun si
recordamos que al morir retrocedemos hasta el último check point, como ya habíamos dicho.
La BSO del juego
es de una calidad indiscutible, recordando una vez más a otros clásicos.
Se nota que Irem se preocupó por cumplir en este apartado con unas
composiciones clásicas y divertidas, pero sin importarle que compartiera
acordes o influencias descaradas con otras coin op legendarias. Sin embargo con el apartado gráfico sí creo que echaron el resto. Unos diseños cute muy japones excelentemente animados, con unos escenarios ricos en detalle para la época y unos final boss
muy divertidos, que aunque una vez más denotan influencias, tiene un
sello propio indiscutible. Cuantos juegos de Game Boy Advanced quisieran
acercarse a estos gráficos.
Creo que tan sólo habría que achacarle la duración de algunos niveles. Puestos a pedir me hubiese gustado que tuviera unos niveles algo más largos ya que a mí se me hacen realmente cortos. Tened en cuenta una vez más el año en que fue producido y que usa tan sólo dos botones en su acción. Sencillez, rapidez y encima un modo para dos jugadores para perdernos el respeto por un ofensivo quíteme usted el record, aunque eso sí, no simultáneos, una pena. ¿Qué más puedes pedir?. So 80´s…
La recreativa original recibió ports para PC-Engine/TurboGrafx-16(1991-1993), máquina que ya comentamos en su día. Versión que también pudimos ver en la Consola Virtual de
Wii en 2007, algo realmente sorprendente. Aparte de recomendaros que lo
probéis os dejo un video para que lo podáis ver, por supuesto. Seguro
que os enamorará sin remedio.
El siguiente video pertenece al primer capítulo de Zer0Sith TV, genial programa en el cual se le da el increíble honor de ser el primer juego visionado en el apartado arcade. ¿Realmente merece ese privilegio? Eso, amigos, deberéis descubrirlo vosotros mismos…
Post original publicado en Gamikia el 1 de noviembre de 2011
Este juego me encantan. Un muy buen título en la línea de Ghost'n Goblins, pero con sus cosas propias. Buen análisis.
ResponderEliminarMil gracias, señor. Me alegra que le haya placido. Es un gran juego y como dices tiene muchas cosas en común con el hit de Capcom pero aún así tiene mucha personalidad y cosas propias ;)
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