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lunes, 17 de septiembre de 2012

Más recursos que Mortadelo: Kid Chameleon

Carátula de la edición japonesa.
El tiempo no transcurre de igual manera para todos. Kid Chameleon (o Chameleon Kid en Japón) es un buen ejemplo. Mientras que el pasar de los años ha elevado a los altares a juegos inferiores, nuestro camaleónico amigo sólo permanece en las mentes de algunos jugadores que disfrutaron de sus andanzas sin un Mario que echarse al pad en sus queridas MegaDrive.


El argumento del título es típico de los años noventa. Todos los niños de nuestra ciudad se vuelven locos por jugar a un nuevo arcade llamado WildSide. Esta recreativa tiene una característica que hace que todos se pirren por probarla, ya que se trata de un nuevo prototipo de realidad virtual.

Todo parece ir normal hasta que Casey, nuestro protagonista, se percata de que los niños que utilizan WildSide desaparecen. Ahí es donde comienza nuestra aventura y entramos nosotros: debemos aventurarnos en el extraño e irreal mundo creado por Heady Metal (el malvado enemigo final) para detener esta locura y rescatar a los niños llegando hasta el enfrentamiento final.

La máscara de Maniaxe, de clara inspiración hollywoodiense.

Hasta ahora nada inusual, todo muy de los 90 como decíamos: héroe con chupa de cuero y gafas oscuras, niveles temáticos, saltar para pisar enemigos, plataformas y bloques para romper a cabezazos, saltos en carrera… Pero Casey tiene una habilidad que en el año 1992 nos robó el corazón a muchos: el uso de unas máscaras que dotaban de poderes muy distintos a nuestro protagonista. Así, la Máscara de Samurái nos proporcionaba una afilada espada, la de Caballero Andante nos convertía en una fortaleza humana o la de Panzer en un tanque arrasador. Variedad y diversión de la que más adelante hablaremos en profundidad.

Estas caretas nos ayudaban a hacer más llevadero un juego nada sencillo por otro lado, ya que carecía de opción de salvar la partida o de introducir passwords. Si tenemos en cuenta que disponía de una cantidad de niveles superior al centenar, el no poder continuar nuestra partida donde queríamos era algo realmente doloroso: hemos de tener en cuenta que aunque la ruta oficial del juego son 50 niveles y el juego contaba con 135 en total, con un montón de fases ocultas, lo que alargaba considerablemente la vida del título.

Existían unos teletransportadores que nos adelantaban no sólo a niveles posteriores, si no a esos niveles que de otra manera no se podían alcanzar ya que como hemos dicho el recorrido oficial sólo nos mostraba un tercio de las fases existentes. Para avanzar debíamos alcanzar una banderas que nos conducirían a unos u otros niveles, dependiendo qué bandera alcanzáramos. Además había unos niveles más reducidos, que no tenían nombre y que se llamaban sencillamente “Elsewhere” (algun lugar) de una dificultad desquiciante.



Aunque el juego es muy llamativo para la época en que se comercializó, lo cierto es que no llama la atención técnicamente por nada. Quizá en lo que se desmarca con respecto a otros plataformas contemporáneos es en el diseño laberíntico de los niveles y su fantástica concepción, con varios planos de scroll y unos fondos algo más elaborados. Llegados a este punto, hay que volver a remarcar que lo más reseñable de este título es el uso de las máscaras y sus especiales habilidades para superar cada nivel. Los enemigos son variados y con una clara orientación onírica (cabezas gigantes, bestias salvajes, lagartos, etcétera), excelentemente animados aunque puede que algo faltos de personalidad, ya que quizá estén demasiado vistos.

La banda sonora es agradable, divertida y dinámica, todo un acierto para un título de estas características sin llegar a ser una BGM que tildemos de indispensable. Cumple con nota y punto, al igual que los FX sonoros: cada máscara y sus acciones cuentan con sonidos específicos, todo lo demás ni molesta ni asombra.

Como ya hemos remarcado, la cantidad de disfraces era abrumadora y es lo que más llama la atención del título. Tendremos posibilidad de usar varios de estos especiales atuendos para poder superar distintas pruebas y así alcanzar distintas banderas de fin de nivel:

  • Berzerker: El ariete humano que podía derribar muros.
  • Maniaxe: un clon del protagonista de Viernes 13 ( Jason Voorhees) que despachaba hachas a diestro y siniestro
  • Juggernaut: con este nos convertíamos en un panzer alemán que disparaba calaveras que era arrollador
  • MicroMax: el increíble hombre mosca, que pese a ser una miniatura al lado de otros personajes y andar muy lento, se pegaba a los muros y podía pasar por caminos estrechos.
  • EyeClops: podíamos revelar pasajes secretos y disparar consumiendo diamantes (el objeto a recolectar equivalente a anillos en Sonic o monedas en Mario).
  • Iron Knight: el caballero andante podía escalar muros, romper el suelo y nos brindaba un punto de vida más a cambio de 50 diamantes. Todo un caballero.
  • Red Stealth: el samurai de afilada espada rebanaba enemigos como nadie. Además era realmente rápido y disponía de un salto de doble longitud.
  • SkyCutter: podíamos andar por el techo cambiando la gravedad, pero no podíamos detenernos del todo ya que era una especie de skater futurista.
  • Cyclone: mi favorito, todo un superhéroe con el que poder volar gracias a sus poderes giratorios (de ahí su nombre).



En 1993 tuvo su adaptación en formato comic, contando una historia parecida a la del videojuego pero presentando a nuevos personajes (su amiga Suzy o el matón del colegio, por ejemplo).

El juego formó parte de Sega Mega Drive Collection para PS2, PSP, PS3 y Xbox360, se lanzó para la Virtual Console de Wii, se incluyó en Sega Smash Pack 2 (con Shining Force y Comix Zone). Lo cierto es que siempre se le considera de lo peor de cada recopilatorio o es, simple y llanamente, eclipsado por otros. Compararlo con Ristar o Comix Zone es de no tener corazón…

Cierto es que pese a no ser considerado un mal juego, no ocupa quizá el puesto que merece. Por supuesto que nadie espera una nueva entrega, pero no estaría nada mal viendo como se rescatan otras licencias para juegos cortos o de descarga… Otro sentido homenaje que Retro Gamikia ofrece a los grandes olvidados del mundillo.


Entrada publicada en Gamikia el 28 de julio de 2011 (Enlace)

2 comentarios:

  1. La verdad es que yo siempre lo he tenido en muy alta estima.
    Tiene algo especial de lo que carecen sus competidores directos, llamesele carisma, originalidad, o qué se yo.
    Pero el caso es que pica a muerte, e incluso después de todos estos años creo que todavía me faltan niveles por descubrir.
    A ver de qué plataformas puedes decir eso.

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    1. Es que era realmente chungo el ver todos los niveles. Había de cada paranoia que era realmente para hacérselo mirar...

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