Una crítica que siempre ha perseguido a Pokémon es la poca evolución que ha sufrido la franquicia a lo largo de los años, aparte de dar una imagen de juego para niños.
Como seguidor de la saga no estoy totalmente de acuerdo: el acabado
gráfico y su ambientación forman parte ya de su historia y si bien
ningún juego ha acabado por explotar las posibilidades de la máquina, no
dejan de ser entrañables y característicos. Aún así todas y cada una de
las entregas de esta saga han añadido pequeños cambios que aumentaban
su jugabilidad y ésta en concreto no iba a ser menos.
Además de los cambios típicos (nuevas criaturas y mapa) encontramos
otros más inesperados como una Poké-Profesora, dos amigos que nos
acompañan con los pokémon que descartemos al principio (así que adiós al
impersonal Rival) o un argumento algo más profundo y
maduro (con sermones de cómo nos aprovechamos de los pokémon y otros
problemas existenciales, ya veréis). Un cambio, o al menos una
evolución, se venía pidiendo a gritos. A ésto ayuda el Equipo Plasma (equivalente al Team Rocket)
con un trasfondo más trabajado que influirá en muchas cosas a lo largo
de la historia, que aquí no os vamos a reventar ya que no procede y es
lo menos importante en este juego.
Otra novedades son los combates con tres Pokémon a la vez (en lugar de dos en anteriores juegos), que las Máquinas Técnicas ahora son infinitas (imaginad las posibilidades), un renovado Pokédex
o que el clima depende de la época del año y es cambiante. El diseño de
la pokédex y el de algunos pokémon recuerda estéticamente al juego de
Disney Spectrobes.
En lo que si notaremos una ligera evolución es en el apartado gráfico, que si bien no es el cénit tecnológico en Nintendo DS nos dejará escenarios en 3D
más trabajados con una arquitectura más variada y con más detalle.
Lástima que las animaciones de los personajes no hayan evolucionado
igual: siguen siendo modelos pixelados pero al menos ahora los combates no son estáticos, ya que nos encontramos con zooms, movimientos, animaciones… Algo más vistoso, pero respetando el legado Pokémon.
Algo que no cambia es la nueva incorporación de Pokémon para capturar con cada entrega, 156 en esta ocasión para llegar al monstruoso número de 649. A la pokédex completa optaremos tras pasarnos el juego principal. Seguimos teniendo los consabidos juegos y concursos que se llevan a cabo por todo el inmenso mundo de Teselia, así que tenemos juego para rato.
No debemos olvidar el modo online que a lo que ya teníamos (intercambio y colección, batallas, envío de cartas…) añade algunas cosas nuevas: un modo cooperativo y videoconferencias (con DSi o 3DS). Este modo se presenta necesario y fundamental para completar la pokédex, aparte de alargar la vida del título.
Pokémon Blanco/Negro es la entrega más completa y la más ambiciosa de
todas. Si eres un seguidor de esta serie encontrarás agradables los
cambios introducidos, conservando lo que ha hecho grande a esta saga
hasta ahora. Si eres nuevo en este mundo de seres y pokéballs y si puedes perdonar un apartado gráfico algo “especial”
podrás disfrutar la cantidad desorbitada de horas que puede ofrecerte.
Si eres un fan de esta franquicia atemporal o si eres de la “Generación Pokémon” disfrutarás una vez más de sus aventuras. Hay que darle una oportunidad a este enorme RPG porque es un juego completo, largo y divertido.
Como aspectos negativos quizá vaya siendo hora de dejar los añejos
modelos pixelados ya que con el conjunto 3D no casa muy bien. Tampoco
ayudan mucho lo poco útiles e incómodos que son los códigos de amigo generados por Nintendo. ¿Para cuándo el uso de Gamertags o cuentas con nombre? Es realmente odioso.
Resumiendo: tenemos Pokémon para rato ya que esta edición es más y mejor de lo mismo. Seguramente será la última entrega para Nintendo DS/DSi en favor de Nintendo 3DS, en la que debemos esperar un gran cambio con juegos como Ocarina of Time o Super Street Fighter IV 3D Edition. No creo que nos confomemos con unas dolorosas 3D o con re-ediciones de penosos juegos de Nintendo GameCube. Hasta entonces hazte con todos.
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